Reto semanal Módulo 1 del curso "Fundamentos sobre la igualdad de trato y la no discriminación"
Buenas noches,
Nos piden el comentario de una noticia relacionada con la temática del curso y El País trae hoy domingo un artículo que hiela bastante la sangre, la verdad.
https://elpais.com/internacional/2023-02-12/las-guardianas-de-la-revolucion-irani-las-mujeres-que-cierran-filas-en-torno-al-regimen.html
Estamos en el Irán actual, de hoy, febrero del año 2023, ya sin duda siglo XXI. Allí han celebrado, -algunos, no todos-, los fastos por el 44º aniversario de la República Islámica. Cuando eso sucedió yo tenía 11 años, la verdad es que no podría decir que lo recuerdo con precisión y detalle, pero sí recuerdo el horror sentido en casa, en mi familia, cuando esa revolución retrógrada ganó.
Y años después, en 2007, ví "Persépolis", una de las películas que más me ha impactado y que tiene su origen en el cómic de la autora iraní Marjane Satrapi, Cuenta esa revolución tal como ella la vivió siendo niña. La película, de animación, es tan espectacular, que se te olvida que estás viendo animación, y lo dice alguien a quien la animación le encanta.
Bien. Pues aquella infausta revolución ha celebrado estos días su 44º aniversario. Eso significa que en todo aquel magnífico país, cuna de la esplendorosa civilización persa, de un refinamiento extraordinario, hace 44 años que las mujeres no importan, no son libres, no pueden decidir, no pueden mostrarse en público, apenas pueden estudiar, y últimamente aún menos. Simplemente, no cuentan.
A poco que estemos al día de lo que sucede en el mundo, aunque sólo sea por titulares, sabremos que recientemente murió en dependencias policiales una chica que había sido detenida por llevar el velo mal puesto. El artículo de hoy lo recuerda: "Su muerte bajo custodia policial tres días después encendió la mecha de unas manifestaciones que nacieron con esa injusticia y pronto mutaron en un movimiento de oposición al régimen".
Pero lo que asusta, lo que hiela la sangre hoy en ese artículo, no es la descripción de la situación de la mujer en Irán, a la que parece que ya el mundo se haya acostumbrado, desgraciadamente. No, lo que asusta es que la defensa del modo de vida que tienen las mujeres la esgrimen las mismas mujeres. Son mujeres las que nos hablan y nos defienden su falta de derechos, su dependencia, su control absoluto por parte de los hombres, su falta de libertad, su vestimenta, su velo. Eso es lo terrorífico.
Y al leerlo he pensado en la charla TED de Jabari Lyles sobre la DISCRIMINACIÓN INTERIORIZADA. Porque me parece que Irán es un ejemplo mayúsculo, en realidad como todo el mundo árabe musulmán, me atrevería a decir.
Que sean las propias víctimas de discriminación las que te defiendan el régimen que las somete, que crean que son o serían culpables de todos los males que les pudieran acaecer si fueran libres y pensaran por sí mismas, eso es tener absolutamente interiorizada la degradación a la que son sometidas.
Se nos pide tras el análisis que pensemos posibles estrategias para acabar con la discriminación de la que hablamos y, la verdad, me siento incapaz. Estuve en Turquía en los comienzos de Erdogan, y pudimos hablar con mujeres modernas que veían lo que se acercaba, hacia dónde les dirigía ese presidente... y sucedió. La Turquía de hoy es mucho menos libre que la que yo conocí.
Los fundamentalismos religiosos me parecen muy difíciles de combatir, porque no razonan, sojuzgan con amenazas divinas y fundamentalmente aprisionan a base de miedo. A veces pienso que solamente se puede liberar a las mujeres una a una... reforzándolas, dándoles valor y apoyo, haciéndolas valientes, dándoles cultura para que piensen por sí mismas, independencia económica para que puedan ser independientes, y apoyo para todo ese proceso. Pero al conjunto de esa sociedad... ¿Cómo les convences de que, según tú crees, están equivocados? Porque, además, no deja de ser nuestra creencia occidental, diferente de la suya. Y los occidentales defendemos el respeto al otro, no es cierto? Al menos eso creo.
De modo que, me pregunto, ¿Cómo conjugamos el respeto al otro y el pensamiento de que ese otro realiza sobre sus congéneres una auténtica aberración?
Buenas y felices noches occidentales,
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